Desde la primera pagina hasta la ultima, hoy, casi no pude dejar un minuto el libro de Andres Oppenheimer Basta de Historias!
Debo en primer lugar reconocer que lo compré con moderadas espectativas, debidas en mayor parte a mi ignorancia (la ignorancia es la madre de todos los prejuicios) respecto de la obra previa del autor. Pero el libro es muy interesante y no puedo dejar de rescatar (y compartir) algunos puntos altos.
Todo el trabajo parte de la hipotesis (y la sostiene sólidamente a lo largo de casi 400 paginas), de que los paises que estan logrando mejores resultados en materia de reducción de pobreza, no han sido aquellos cuyas economias han crecido mas, sino aquellos que han podido sostener politicas educativas solidas, abiertas y competitivas a lo largo de los años.
Mientras en los 90, escuchabamos hablar del efecto derrame, por el cual la riqueza que los paises eran capaces de generar se derramaba hacia los menos pudientes,
en esta decada vemos que muchos gobiernos estan enfrentando directamente la pobreza a travez de subsidios directos. De esta manera, cobrando mas impuestos a quienes mas tienen (o a quienes mas ganan) se obtienen fondos que se vuelcan a los mas desprotejidos.
Esto ha sido muy efectivo (un rapido paliativo para gente que no podía esperar mas) en paises donde la exclusión y la marginalidad era muy alta, pero también este modelo está mostrando sus fallas: la pobreza extrema no se ha podido reducir (en muchos casos ha aumentado) y en general los estados no son eficientes a la hora de repartir, lo que deriva en que cada vez se reparte menos y peor.
Siguiendo entonces el razonamiento anterior, Basta de Historias va mas allá y pone el acento en la educación como condición impresindible para mejorar el nivel de vida de las personas, desnudando carencias, desmenuzando algunos obstaculos dificiles y mostrando como se han superado en otros paises. Posiblemente nadie dude de la importancia de la educación en el desarrollo sostenido de los pueblos, pero lo interesante, que en este libro, esta importancia se cuantifica con rica y variada documentación.
Se analizan también los roles de sindicatos, se comparan experiencias en paises con educación paga y gratuita (en algunos casos con anecdotas divertidas) y también, se analizan paises de izquierda o derecha (mas cerca o lejos del centro) que han acertado o equivocado mas o menos los mismo puntos, independientemente de su ideología.
Uno de los argumentos que mas se escuchan cuando se discuten posibles cambios en el sistema educativo, es la reticencia (muy cercana al desdén) que tienen, respecto de los usos comerciales de las investigaciones, aquellos que entienden que la educación debería 'dedicarse a producir ciencia basica', en lugar de vender su esfuerzo al lucro y a la especulación comercial. He escuchado muchas veces en el pasado y aún hoy, voces contrarias a una educación que apunte a la innovación tecnologica, por ser visto como un uso incorrecto de los recursos educativos.
Aunque creo que esta idea está completamente perimida, me asombra que este argumento todavía hoy se sigue esgrimiendo por parte de quienes no desean modernizar la educación y trabajar en pos de universidades y centros de educación tecnica mas abiertos e integrados. Debo decir que en Basta de Historias, el punto se toca, pero no se arremete con la contundencia que merece.
Y si bien la exigencia de algunos paises asiaticos respectode la educación de sus hijos me pareció exagerada y hasta cruel (desde las largas jornadas de los alumnos de educación primaria hasta el temible Gaokao, el exigente examen obligatorio para el ingreso a la universidad) cierro con una frase de Confucio que se menciona en el libro: Si tu objetivo es progresar un año, siembra trigo. Si tu objetivo es progresar diez años, siembra árboles. Si tu objetivo es progresar cien años, educa a tus hijos.
Un muy recomendable trabajo para pensar y debatir.
martes, 16 de noviembre de 2010
viernes, 12 de noviembre de 2010
Pepe ... nunca con el estomago vacio
La fraternidad de la parrilla se pone al servicio de la Unidad Latinoamericana. Aqui nuestra contribucion
Minuscula contribucion la nuestra, si la comparamos a la de este gigante
“Unidos íntimamente por vínculos de naturaleza y de intereses recíprocos luchamos contra tiranos que intentan profanar
nuestros más sagrados derechos... No puedo ser más expresivo en mis deseos que ofertando a vuestra excelencia la mayor cordialidad por la mejor armonía y la unión más estrecha. Firmarla es obra de sostén por intereses recíprocos”
(Carta de Artigas a Bolívar, del 29 de julio de 1819)
jueves, 11 de noviembre de 2010
VISITA AL ZOOLOGICO (continuacion)
Yo creo que la visita al zoologico de 2 miembros de nuestra cofradia fue tan rica en experiencias como contundente en sus implicancias.
Cuando Luis afirma que recorrio el zoologico a traves de sus recuerdos gastronomicos desnudo la crisis terminal en que entro la filosofia occidental
Efectivamente, nuestros principios parrilleros tornan caducos las teorias platonicas o aristotelicas del conocimiento.
Cuan equivocado estaba Aristoteles Cuando decia que el conocimiento sensible deriva directamente de la sensación y es un tipo de conocimiento inmediato y fugaz.
Platon por su lado decia que conocer es recordar
« Las maras me recordaron liebres »
« Con los carpinchos, tanto yo como mis jugos gastricos, recordaron momentos mas felices. …Después hacía guisos y, recuerdo muy especialmente, chorizo de carpincho, con una carne bastante mas liviana »
A mi me gustaria saber si Aristoteles o Platon podrian CONOCER a maras o carpinchos como podemos hacerlo nosotros los parrilleros.
A nosotros el « conocimiento sensible » nos basta y nos sobra para CONOCER y esto mal que le pese al Señorito de Aristoteles que sera todo lo leido que el quiera pero en estos temas esta crudisimo.
Tenemos autoridad moral para decir quien esta y quien no esta crudo. Por eso afirmamos que tambien Platon estaba crudo o mejor dicho a su teoria del conocimiento como recuerdo le faltaban bastantes horas de coccion.
Cuando Luis RECUERDA una liebre lo hace sobre una base cognitiva solida (jugos gastricos, chorizo de carpincho, etc..) y no desde un chamullo libresco como tan acostumbrados nos tienen estos señoritos atenienses.
Hubo un segundo tema abordado tras la vistita al zoologico :
« dificil fue explicarle a mi hijo de dos años, que eso que dormía ahí era un tigre de verdad y que la foto que papá le muestra en la compu, es LA FOTO del tigre, no el tigre real. »
No podemos hacernos los distraidos y ocultar el problema del transvasamiento generacional parrillero.
Si de por si el acceso al conocimiento verdadero es casi imposible para cualquier NO iniciado a los principios parrilleros ; cuanto mas lo sera para los niños de hoy que a temprana edad ya reciben un bombardeo de realidad virtual.
Urge elevar la conciencia de nuestros niños pero desde bases muy distintas a las de la filosofia oriental (que tambien caduco frente a nuestros principios).
Los hinduistas sostienen que se accede a la elevacion de la conciencia tras el desarrollo de los 7 chacras : plexo solar, glandulas pinéal, glandula pituitaria, etc..
Nosotros sostenemos que la riqueza de nuestro conocimiento sensible reside en otro chakra que es el unico que merece ser ejercitado : EL HIGADO
No deberia posponerse la creacion de una escuela de misterios parrilleros para lactantes. El primer ejercicio que deberian realizar estos niños séria la emis
ion de mantrams
Aqui el primero :
CHOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
RIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
lunes, 11 de octubre de 2010
Visita al zoologico - Reflexiones parrilleriles
Recorri el zoologico hoy (junto con otro miembro de esta cofradía) y no podía evitar clasificar cada animal que veía en comestible o nó. No podía dejar de asociarlo con alguna experiencia gastronomica... o descartarlo de mi registro gourmet.
Comestibles son todos (recordemos la sabia frase: todo bicho que camina...), pero traté de listar aquellos que ya habían marchado en algun tipo de receta, perparados de esta o aquella forma y acompañados siempre, por alguna copa de buen vino (o del vino que hubiera...).
El resultado me trajo muy buenos recuerdos, de los cuales rescato dos:
Las maras me recordaron liebres, que supe comer. De carne muy similar a la del conejo, bastante seca y desabrida, requería una condimentación extra. Recuerdo que comi liebre en el campo de unos amigos, donde también, en mis tiempos mozos, comí perdices. Aquí la felicidad se diluye un poco, porque cocinar las perdices, requería por supuesto, pelarlas, tarea bastante dificil (las plumas son muchas y muy chiquitas). Pero verlas retozar en la olla, cocinandose en medio de especias de todo tipo, atenuaba levemente el poco feliz momento previo.
Con los carpinchos, tanto yo como mis jugos gastricos, recordaron momentos mas felices. Tenía un amigo, cazador aficcionado (pero con armas profesionales), que mas de una vez volvió de su viaje de caza con un carpincho. Después hacía guisos y, recuerdo muy especialmente, chorizo de carpincho, con una carne bastante mas liviana.
La parrilla se lleva en la sangre. De la misma forma que el que es sacerdote no deja de ser sacerdote cuando se acuesta a dormir, todo aquel que acepta la fe parrillera, ve todas las experiencias a travez de esa lente tascendental.
Lo que me resultaba bastante mas dificil que recorrer el zoologico a travez de mis recuerdos gastronomicos, fue explicarle a mi hijo de dos años, que eso que dormía ahí era un tigre de verdad y que la foto que papá le muestra en la compu, es LA FOTO del tigre, no el tigre real. Ese polvoriento y aburrido mastodonte que mi hijo miraba con incrédula indiferencia, era un elefante, y no el video de la pagina de natgeo que los muestra corriendo en la sabana africana. El rinoceronte era esa masa amorfa que dormía en un rincón humedo y oscuro y el oso polar es eso que se calcinaba en los 25 grados de la primavera porteña.
Asi, dos generaciones con distintas reflexiones frente al mismo escenario.
Comestibles son todos (recordemos la sabia frase: todo bicho que camina...), pero traté de listar aquellos que ya habían marchado en algun tipo de receta, perparados de esta o aquella forma y acompañados siempre, por alguna copa de buen vino (o del vino que hubiera...).
El resultado me trajo muy buenos recuerdos, de los cuales rescato dos:
Las maras me recordaron liebres, que supe comer. De carne muy similar a la del conejo, bastante seca y desabrida, requería una condimentación extra. Recuerdo que comi liebre en el campo de unos amigos, donde también, en mis tiempos mozos, comí perdices. Aquí la felicidad se diluye un poco, porque cocinar las perdices, requería por supuesto, pelarlas, tarea bastante dificil (las plumas son muchas y muy chiquitas). Pero verlas retozar en la olla, cocinandose en medio de especias de todo tipo, atenuaba levemente el poco feliz momento previo.
Con los carpinchos, tanto yo como mis jugos gastricos, recordaron momentos mas felices. Tenía un amigo, cazador aficcionado (pero con armas profesionales), que mas de una vez volvió de su viaje de caza con un carpincho. Después hacía guisos y, recuerdo muy especialmente, chorizo de carpincho, con una carne bastante mas liviana.
La parrilla se lleva en la sangre. De la misma forma que el que es sacerdote no deja de ser sacerdote cuando se acuesta a dormir, todo aquel que acepta la fe parrillera, ve todas las experiencias a travez de esa lente tascendental.
Lo que me resultaba bastante mas dificil que recorrer el zoologico a travez de mis recuerdos gastronomicos, fue explicarle a mi hijo de dos años, que eso que dormía ahí era un tigre de verdad y que la foto que papá le muestra en la compu, es LA FOTO del tigre, no el tigre real. Ese polvoriento y aburrido mastodonte que mi hijo miraba con incrédula indiferencia, era un elefante, y no el video de la pagina de natgeo que los muestra corriendo en la sabana africana. El rinoceronte era esa masa amorfa que dormía en un rincón humedo y oscuro y el oso polar es eso que se calcinaba en los 25 grados de la primavera porteña.
Asi, dos generaciones con distintas reflexiones frente al mismo escenario.
miércoles, 6 de octubre de 2010
divisiones inferiores parrilleras!
Dejo constancia del proyecto de creación de "divisiones inferiores parrilleras", no vaya a ser cosa que venga después algun paracaidista y se lleve los laureles.
Adhiero plenamente a las practicas:
* Entrenamiento a masticar asado con cuero desde la aparicion de los 4 primeros dientes.
* Ingesta de mamadera de leche con forma de pinguino para acostumbramiento a la liturgia del pintalabios.
* Iniciacion al matrimonio para lactantes : remplazo de chorizo y morcilla por pures de papa y zapallo.
Saludos para todos y felicitaciones a la famila por el nuevo integrante!
jueves, 29 de abril de 2010
El Panparrillismo
Este es un simple aunque no menos emotivo homenaje ante la futura llegada a este mundo de un niño de filiacion parrillera.
El vulgo suele afirmar que los niños vienen con un pan bajo el brazo.
Se equivocan ... o en parte al menos, ya que en los exclusivos circulos parrilleros los niños vienen al mundo con un CHORIPAN bajo el brazo
Y visto y considerando los origenes del padre, algo me dice que vendra tambien con una caipirhina
Por eso y mucho mas
MUCHAS FELICIDADES FLAVIO !!!!
El vulgo suele afirmar que los niños vienen con un pan bajo el brazo.
Se equivocan ... o en parte al menos, ya que en los exclusivos circulos parrilleros los niños vienen al mundo con un CHORIPAN bajo el brazo
Y visto y considerando los origenes del padre, algo me dice que vendra tambien con una caipirhina
Por eso y mucho mas
MUCHAS FELICIDADES FLAVIO !!!!
miércoles, 7 de abril de 2010
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