sábado, 12 de diciembre de 2009

otra herencia de la dictadura

En la novela 'El lector', de Bernhard Schlink, el protagonista se refiere a la relacion con su padre, como una relación que encerraba ciertas sombras, en los momentos que tocaban temas relativos a la epoca del nazismo. Al parecer, cuando las charlas sobre cualquier tema llegaban a esos años, siempre aparecía mas o menos veladamente la pregunta que la generación posterior (la del protagonista), le hacía a la generación anterior, la de su padre. ¿Donde estabas entonces? ¿Que hacías en ese momento?. Y esa pregunta, encerraba también una segunda, que tal vez se harían a la ves, padre e hijo: ¿Como no pudo ser evitado?.

Las sombras tenian su razón de ser: la Alemania de pos-guerra no pudo prescindir de algunos cuadros administrativos que habían actuado durante el nazismo. Primero, porque hubiera sido una tarea muy compleja diferenciar entre los que estuvieron y los que no y segundo, porque hubiera sido imposible reconstruir un pais desde cero, eliminando practicamente la totalidad del aparato burocratico que en distintos niveles administrativos, había sido leal al Fhürer.
No ví la pelicula que después se hizo en base a la novela, pero seguramente la sombra que planteaba el personaje de Schlink, se debe haber transmitido al celuloide.

Recordaba esa novela cuando leía las noticias sobre la muerte del chico Ruben Carballo, fallecido despues de 23 dias en coma a raiz de una golpiza que le propinó la policía, cuando entraba a un recital de rock en Velez.

El problema, es que, salvando las distancias con la alemania de pos-guerra, los aparatos represores de la policía se han mantenido practicamente inalterados durante los años posteriores a la dictadura, gozando practicamente de la misma impunidad de entonces.

A lo largo de estos 7 años del gobierno de Nestor Carlos Kirchner, la justicia ha juzgado y procesado a los principales responsables del genocidio que nos avergonzó, durante los años 70.
Pero esa depuración no se ha podido llevar a cabo hacia adentro de la fuerza policial, hacia todos los mandos medios que actuaron impunemente durante la dictadura y que llevan impreso en su ser el sello de la violencia y la impunidad. En estos ultimos años, la fuerza policial se ha visto sacudida mas veces hacia su interna por hechos relativos a la inseguridad que ha episodios realcionados con la violación de los derechos humanos.

Ni mejores ni peores, la bota que nos pisa es siempre una bota. Mas grave aun que el hecho de que esos aparatos persistan, es que tampoco han entendido que los tiempos cambiaron. Es inadmisible que Jorge Julio Lopez siga desaparecido en manos tal vez del mismo aparato violento y genocida que, en circunstancias diferentes, se llevó a Carballo.

Esos mismos aparatos producen entre la gente tanta inseguridad como la que produce la delincuencia comun.
Al fin de cuentas, el chico Carballo iba a un recital y aunque hubiera ido a robar un banco, nada absolutamente justifica la violencia de la que fue victima y que se llevó su vida. Pobre chico, pobre sociedad.

3 comentarios:

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  2. A mi entender, las leyes de obediencia debida y punto final contribuyeron demasiado en la perpetuacion de esa cultura represiva.

    Que ejemplaridad se podia transmitir a rangos medios y bajos; si paralelamente las leyes de la Republica le daban inmunidad a los responsables de genocidio. (militares, policias, sacerdotes, civiles, etc..)

    Cuantos Carballos se hubiesen podido evitar hoy si en aquella primavera de la democracia se hubiese dejado al Poder Judicial hacer su trabajo.

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  3. Muchachos:
    el equipo de Huracan del año 1973 formaba asi :
    Roganti - Chabay - Russo -Basile-Carrascosa
    Buglione-Brindisi-Babington - Larrosa
    Houseman- Avallay.
    El mejor de la historia

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